Entre Notas y Latidos: El Impacto Secreto de la Música en la Vida Prenatal

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El nacimiento de un nuevo ser es en sí mismo un hecho creativo.
Desde el momento en que un nuevo ser es por primera vez pensado,
incluido todo el proceso de gestación y educación,
el surgimiento de la vida es un acto de creación.

Lucía Hervás Hermida

Arteterapia para la maternidad.
Aportaciones del arte a la educación prenatal.

 

¿Para qué sirve la música en la etapa del embarazo? ¿Cómo podría ayudar ésta  en el desarrollo de la gestación? ¿Qué repercusiones positivas trae tanto a la madre como al bebé?

Cada vez se habla con mayor frecuencia sobre la educación y la estimulación prenatal, y los beneficios que ofrece tanto la música como la arteterapia en el embarazo. La educación prenatal se fundamenta en la neurociencia, pues toma como base la neuroplasticidad cerebral, es decir, que el nonato podrá ir desarrollando habilidades desde el periodo de gestación que estimularán y mejorarán sus conexiones neuronales y cognitivas (Herrán, A. de la; Hurtado-Fernández, M. y García-Sempere, P. (coords.) (2018). Educación prenatal y Pedagogía prenatal: Nuevas perspectivas para la investigación, la enseñanza y la formación). Esto, por supuesto, es un buen principio en el camino del aprendizaje a lo largo de la vida; sin embargo, para que esto pueda ser posible, lo más importante es crear y fomentar las  condiciones adecuadas. Esas condiciones las provee tanto la madre gestante como el entorno en el que se desarrolla el embarazo. Por tanto es de suma importancia el bienestar físico y emocional de la madre  así como el ambiente en el que se desenvuelve.

El embarazo es una etapa crucial de la vida en aquellas mujeres que han querido ser madres pues la mujer y su cuerpo sufren  cambios físicos, hormonales y emocionales. E incluso el aspecto social repercute, puesto que  las personas más cercanas también  forman parte de este proceso tan especial. En este sentido, el quehacer de la música y la musicoterapia son acompañantes insustituibles. Ya sea para la madre que se encuentra  más sensible física y emocionalmente como para ese nuevo ser por venir, por lo que ella deberá nutrirse en ambos aspectos ya que a través de la experiencia directa ella le transmitirá los estados de ánimo positivos y placenteros al bebé dentro de su vientre. Si bien los alcances de la música en la etapa del embarazo pueden ser bastos, hay aspectos puntuales que se han estudiado y difundido. Entre ellos destacan los siguientes:

  • La consciencia corporal y el oído de mamá. Un estudio realizado a mujeres en una etapa de embarazo entre 12 y 16 semanas reveló que después de una sesión de relajación con música las mujeres se volvieron mucho más conscientes de la presencia del embarazo en su cuerpo. “Durante estos meses las sensaciones que tiene la futura mamá están más relacionadas a los cambios hormonales que con el embrión, al que todavía no puede sentir.” (Federico, G. F. (2005) El embarazo musical: comunicación, estimulación y vínculo prenatal a través de la música).

A pesar de lo que revela este estudio, por experiencia propia sé que la presencia del embrión desde los primero días se puede hacer consciente en el cuerpo pues los cambios hormonales son consecuencia de los cambios físicos que están sucediendo dentro del cuerpo. La consciencia corporal de este nuevo ser es consecuencia de su aceptación emocional, sin embargo, el tiempo es distinto en cada  mujer, ya que a no pocas el embarazo las toma por sorpresa varias semanas después y esa sensación se puede confundir e ignorar en un inicio; sin embargo, una vez confirmado y aceptado el hecho se tiene la oportunidad de vivir esta temprana experiencia.

De hecho, durante el mismo estudio estas futuras madres habían notado que su estado de alerta auditiva se había incrementado exponencialmente durante el embarazo. Esto se debe a que la escucha de la madre en esta etapa comienza a prepararse para que una vez nacido su bebé esté  al tanto de cualquier llanto, ya que esta es la única forma que tiene para comunicarse en el primer periodo de vida.

  • El bienestar físico y emocional a través de la música. La sensación de bienestar y goce de la madre es de vital importancia. En los últimos años se han difundido los supuestos beneficios del llamado “efecto Mozart”; sin embargo, serán las preferencias musicales de la futura madre las que predominen y no una música recomendada en específico para este fin. Es decir, no importa el género musical sino  las emociones que se producen cuando se escucha: esto es lo que se le comunicará al bebé dentro del vientre, ya sea que la música que se elige sea para relajarse, bailar, tocar un instrumento o mejor aún, cantar y reposar el cuerpo en una mecedora, pues además de crear un vínculo de reconocimiento de la voz de la madre que viaja a través del sistema óseo hacia el útero, este movimiento preparará al bebé para el arrullo y le brindará la orientación relacionada con la fuerza de gravedad una vez nacido. No es casualidad que después evoque en los brazos el estado de bienestar que experimentó dentro del vientre al oír el canto y sentir el balance. Una cosa que hay que cuidar, sin embargo, es que se deberá tener cuidado con la sobreexposición musical ya que puede causar estrés auditivo en ambos (Federico, G. F. (2005) El embarazo musical: comunicación, estimulación y vínculo prenatal a través de la música).
  • El oído del bebé. Los bebés son sensibles a su entorno, una vez desarrollado el oído, a partir de la semana 16 (aunque incluso hay casos en que comienza a suceder desde la semana 12 ), además de oír el movimiento interno del organismo de la madre, como el corazón y el sistema digestivo, empiezan a percibir los sonidos del exterior a través de la pared abdominal. Los bebés no solamente tienen contacto con la voz de la madre, también reconoce y reacciona a las emociones que suceden en ella. Por ende, también distingue las voces de las personas que más se frecuentan. Esa capacidad auditiva y sensible en términos musicales lo lleva a sentir las emociones que se producen en el cuerpo de la madre cuando, por ejemplo, ésta oye una grabación de musical o bien, toca un instrumento pues las vibraciones mecánicas de un instrumento musical (las pulsaciones de las cuerdas de una guitarra apoyada sobre el vientre, por ejemplo), también lo tocan. No está de más repetir que es el estado anímico de la madre (armónico, placentero, cálido) y no el género musical lo que influye en el desarrollo del bebé.
  • La voz. La estimulación vocal durante el embarazo permite explorar el propio cuerpo y externar las emociones, esto mejora la comunicación con el entorno, pero principalmente con el bebé antes y después del nacimiento, pues este distingue perfectamente la voz de la madre. En los primeros meses de vida los recién nacidos responden a la voz de la madre, esto no sólo sucede desde el aspecto auditivo sino desde la percepción de las vibraciones que se producen durante el habla y mayormente en el canto. No es casualidad el ancestral hábito de cantarle una canción de cuna para que duerma apaciblemente: el tono, el timbre de un sonido conocido calma y arrulla.  Esta práctica no sólo es efectiva a la hora de dormir sino que se puede ampliar a fines formativos: el canto de la madre puede estimular y crear el ambiente propicio ya sea para aprender algo nuevo, fijar los horarios de comida, abrir el juego e incluso será trascendental en la consolidación del habla pues no hay otro camino para aprender a pronunciar que la propia imitación de las voces del entorno (Bonet i Agustí, N. (2009) Rehabilitación vocal del niño). Todo esto no hace otra cosa que intensificar el diálogo y la comunicación entre la madre y el bebé. Así pues, los beneficios que reciben los niños en el área del lenguaje cuando son estimulados por el canto de la madre son varios, pero hay tres sustanciales: incrementan la velocidad de aprendizaje, amplían su vocabulario y expresan sus emociones mucho mejor en comparación con aquellos niños que no recibieron este estímulo.

La música siempre será un lugar y un espacio fundamental para el ser humano en cualquiera de sus etapas, por eso no es de extrañar que esté presente en todo momento. Esta creación y voluntad humana no es sólo para quienes desean formarse como músicos profesionales, sino para acompañar y mejorar la vida de todos. La música educa, sensibiliza y ayuda a conectarnos mejor con nuestra emociones ya sea para comunicarse con el otro o bien, con nosotros mismos; las palabras pueden o no acompañarla. Lo importante es que esté ahí, con nosotros, a cada rato. Los prejuicios en torno a ella, su aprendizaje y los supuestos paradigmas sociales que siguen vigentes aún en pleno 2021 no han hecho otra cosa que estorbar, sembrar miedo y segregar. La música, debe quedar claro, es un lugar de encuentro, intimidad y conexión en el que todos caben. Siempre.

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